domingo, 21 de septiembre de 2008

Sobre los problemas actuales.

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sábado, 2 de agosto de 2008

Santa Claus González

Se dice que Santa Claus murió aquí en México, en la triste casa de la familia Gonzáles, que aunque ya fue derrumbada hace algunos ayeres, tenía lugar en el centro de la ciudad.
Fue todo esto faltando tan sólo unos dias para el día de la natividad, aunque la noticia corrió hasta ese día. "Era inevitable. Los niños cada dia quieren más", eso es lo que dicen algunas personas.

Y aunque los renos estaban todos bien alimentados, el traje rojo, relumbrantemente almidonado y las hebillas bien lustradas, no había nada que hacer. Año con año había más niños. Más regalos que fabricar. El viejo ingenuamente confiaba en el poder de su magia... nunca pensó que el trineo fuera a sucumbir... incluso subió al carruaje lanzando alegres carcajadas, ayudado por pequeñas criaturas artesanas, sin saber...

Que el peso de los regalos en el trineo era insostenible.

Todo sucedió en el silencio de la noche indicada, minutos antes de las 12. Siendo sincero, no hay mucho que contar al respecto: El trineo se partió en algun momento al no haber nada que hiciera contrapeso a los regalos. El cuerpo del viejo cayó directamente al asfalto, dejándolo muerto al instante...

El señor Gonzáles también murió esa noche, después de haber vendido por la tarde los regalos que desde iniciado el año habia empezado a juntar para esa precisa noche... Pero las deudas eran aún demasiadas... Tras haber bebido parte del dinero de los juguetes en una cantina, con la mente ofuscada por obscuros pensamientos y el corazón hundido en la más profunda desesperanza, ingenuamente esperaba que su seguro de vida pudiera servir mejor a su familia que su miserable salario, y salió, sin hacer mucho ruido de la casa, tras escribir una breve nota: "siempre los amaré, perdónenme", sólo para darse un tiro en la nuca.

Oscar Ramón Padilla Bustos.

domingo, 1 de junio de 2008

Anecdota del Domingo

Los domingos son tediosos. Así me lo parecen. Por ello mismo salí de casa, buscando algo que hacer...
A una distancia de una cuadra, un hombre se acercó a mí, o mejor dicho, nos cruzamos caminando una calle. Me hizo una seña, como si me hablara: Entonces me detuve, quite mis audífonos, acomodé mi gorro, lo volteè a ver y esperé que no hubiera ninguna molestia en lo que me fuera a decir.

Sólo me pregunto: ¿Sabes por qué usas sombrero?

Era un hombre gordo, muy gordo. Usaba lentes cuadrados de lectura, grandes también, y traía él mismo, ademas de una playera muy grande y un libro, un gorro de palma. Lo único que vino a mi mente en el instante de su pregunta fue el calor que estuvo pegando duro por la tarde. Y eso le dije. "Por el sol." Entonces él dijo:

"Es porque en tu vida pasada fuiste rey. Tienes la costumbre de traer la corona"

Para mis adentros estuve por un instante de acuerdo con él. (no con la premisa de que quienes usan gorros fueron reyes). Al fin, supuse que era un chiste, para amenizar, al menos un comentario amistoso de un desconocido. Sonreí y hasta le dije "Gracias".

Despues agregó: "¡Es una funda mental! ¡funda mental!" (Sí, creo que esas fueron sus palabras) mientras señalaba su propio gorro con las manos y se alejaba.

No recuerdo si me despedí de él. Solo asentí con la cabeza y me alejé tambien de ahí.

Reí para mis adentros, me conté un par de chistes al respecto; compré unos cigarros, fumé un poco, y vine a escribir algo.


C.dC.

viernes, 23 de mayo de 2008

Sobre Religión, Ciencia y Arte (borrador)

Hay quienes en la actualidad creen que la ciencia (y no separadamente, la técnica) occidental ha llegado a un punto tal, que no sólo desplaza a la religión (cristiana, principalmente) de sus pretenciones de verdad, sino que, de alguna forma, la institución de la ciencia se ha convertido en una "nueva religión", o tambien, figuradamente, una nueva "iglesia".
A mi parecer, creo que esta idea es parcialmente adecuada para entender ciertos aspectos de la vida histórica de la ciencia en el occidente de la llamada "posmodernidad", mas a esta, quisiera oponer esta otra:
El nucleo central de lo religioso, que tiene fundamento en una comprensión originaria del ser (o un sincretismo de varias), lo comprendemos mayormente en sus símbolos: La metafísica que subyace a estos sería estéril sin ellos. Los símbolos son, además, la materia de la religión.
En este sentido, la ciencia no podría "reemplazar", ni "sustituir" efectivamente a una religión, puesto que la ciencia no genera símbolos propiamente.

En occidente, la actividad que mas probablemente ha "sustituido" a la religión en cuanto generadora de símbolos, es el arte. El origen mismo del arte se remonta a la representación de los símbolos religiosos.

Pero, aun cuando tambien hay cierta religiosidad (fetichismo estético) en las prácticas de los ámbitos artísticos, no se puede equiparar esta a la religion con total equivalencia.

Para el caso de esta reflexion, es conveniente tener en mente, que aquello que nombramos religion, ciencia u arte, no es algo estático, fijo, inmutable, y mucho menos es algo separado de lo demás. Religión, Arte y Ciencia estan estrechamente emparentadas, casi fundidas atravezandose una a la otra, en el aplio espectro de las prácticas humanas.




La práctica científica es común a todos los pueblos. El hecho de que, en occidente, la ciencia haya sido culminada filosóficamente ...!
Vale anotar que la forma particular del símbolo religioso, así como sus variaciones, es fruto de cierta "logica" originaria que se puede entender como una estética, una comprensión "ideal"(idética) del orden ..........

¿A qué se refiere "ser"?

La palabra ser, en su sentido filosófico, es el signo que representa formalmente (esto es, en el lenguaje conceptual, mediante la descategorización del concepto y la reducción al mínimo del contenido), el núcleo central (fundamento) de la totalidad de lo existente; Los conceptos "realidad", "universo", "Dios", entre otros, tambien significan (hacen signo-de) este "núcleo" en su contexto, manteniéndose, cada una con relacion a la otra, en el mismo orden.

Dada la "naturaleza" del lenguaje (puesto que el ser no solo se manifiesta en lenguaje; es decir, "ser" no se limita ni reduce a "ser lenguaje"), no hay ni puede haber palabra alguna o construcción alguna en el lenguaje que abarque, manifieste en si, en ningun sentido, sindo estrictamente profundos, el nucleo central de lo real, lo existente, el ser pleno, que sin embargo, ya señala en todos sus casos, "muestra", generando peculiar comprensión.

De la misma manera, ninguna comprensión, en sentido estricto, es "completa". La limitación en nuestro lenguaje se manifiesta en forma de contradicción...

Si el ser, en su ser, en sus infinitas formas, comprensibles e incomprensibles, "¡Es!" ya en cada una de sus manifestaciones: ¿Cómo puede comprenderse "incompleto", o mostrarse "distinto", "múltiple", "cambiante" y a la par ser el mismo uno, inmutable? ¿cómo puede aparentar el no- ser?... La contradicción señala el no-ser, pero el no-ser, en su no-ser, ¿cómo puede siquiera ser señalado?

domingo, 16 de marzo de 2008

¿Quién carajos quiere estudiar filosofía en la UNAM?

Dirigido el 15 marzo 2008, a Carlos Mota, quien escribió para el periódico Milenio un breve articulo de opinión.
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Antes que otra cosa, me tomo la molestia de escribirle con el motivo de su artículo recién publicado: "¿Quién quiere estudiar filosofía en la UNAM?" para darle una sincera opinión. Debo aclarar que no soy en forma alguna alumno de esta institución, sin embargo, sí estudio filosofía.

En primer lugar, su artículo es inconsistente: expresa una sola idea sin fundamentarla: un juicio moral sobre el alumnado de ciertas facultades de la UNAM. Y no sólo eso sino que además no expresa, como usted querría, una verdadera preocupación por los intereses "detrás" de la estructuración, formación y desarrollo de los planes de estudio de dicha institución, sino que se reduce a simplemente descalificar la labor no solo de esta institución en dichas facultades, sino de los alumnos en general de ella. En pocas palabras, usted, en su artículo, no ha llegado siquiera a manifestar una opinión válida, siquiera propia u original acerca de la realidad de la filosofía (y las humanidades) en México, sino que simplemente ha repetido un prejuicio mal fundado, pero sobre todo nocivo al respecto de esta temática.

En primer lugar, bajo el estandarte de alumnos como "el Mosh" usted ha querido significar a la generalidad de los alumnos de las Facultades de Filosofía y Letras, así como Ciencia Política en la UNAM. Usted seguramente es tan ignorante que no esta enterado de la cantidad de carreras que estas facultades alberga y por lo tanto la gran diversidad de personas que se encuentran ahí estudiando... No sólo filósofos, sino también pedagogos, historiadores, geógrafos, y aun más, ha sido a quienes usted ha llamado "guerrilleros".

Ahora, corrigiendo su primer párrafo, le planteo las siguientes preguntas: ¿Qué perspectivas HUMANAS tiene alguien que estudie negocios? ¿Podría ser contado entre aquellas personas cuyos nombres persisten en los libros de la Historia? ¿Querría? ¿Está preparado para contribuir en forma alguna a la generación de conocimiento, o a la aplicación del mismo para la erradicación de los males y el incremento de los bienes en función de la humanidad? (la pobreza, sobrepoblación, la desigualdad social, los riesgos del desarrollo de armamentos nucleares, la modificación genética de alimentos y/o tejidos vivos, normatización sobre la experimentación científica, el desarrollo de marcos de legalidad alternativos, etc.)

Parece que, para cada una de estas preguntas, la respuesta en su caso es No.
Uno no estudia una carrera de negocios para "construir el mundo". Uno estudia una carrera de negocios porque le interesa, en sus palabras, "prosperar" (el dinero). O ¿Qué tipo de intereses hay detrás de estudiar una carrera de negocios? ¿El bienestar humano, la filantropía, la generación de mayores comodidades? En absoluto. Un ligero repaso a la historia de occidente hará notarle que no han sido los "hombres de negocios" quienes han desarrollado el mas alto grado de conciencia social, ni quienes se han preocupado y luchado por mejorar radicalmente las condiciones humanas, sino que han sido siempre los humanistas los que han estudiado, trabajado y luchado por ello: Filósofos, literatos, poetas, músicos, etc.

He aquí una verdadera razón para fomentar y cultivar las humanidades.

Pero además, usted habló de indoctrinación. ¿Está usted al tanto del tipo de materias que se estudian en las carreras de Humanidades? No lo creo. Y le recomendaré personalmente que antes de volver a mandar a publicar un artículo, o realizar algún trabajo sobre algún tema, investigue. Para que su opinión descanse sobre algo sólido. Le diré que el perfil de un humanista, a nivel académico, generalmente es el de una persona de criterio propio. Las materias y cursos programados tienden generalmente a desarrollar las capacidades de análisis y críticas de sus estudiantes, a generar conciencia sobre los problemas sociales y a desarrollar herramientas (teóricas o prácticas) para la solución de los mismos.

¿Usted cree que las personas que son contratadas y trabajan para Unilever, Nokia, Grupo Carso, Sony, u otros son aquellos que en verdad ayudan con su trabajo a "construir el mundo", o mejorarlo? Su opinión despótica, es además de todo irreal.
Pues si en algún grado u forma la economía, la mercadotecnia, y todo lo que constituye la ciencia y el "mundo de los negocios" ha contribuido a alguna mejoría social, no ha sido mas que gracias a la labor histórica de los humanistas, a quienes usted debe sus derechos humanos, su libertad de expresión.

Sinceramente, el artículo que usted escribió es una pena para el periodismo en México.
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El artículo original
http://www.milenio.com/mexico/milenio/firma.php?id=601786
otras opiniones interesantes
http://los-polemos.blogspot.com/

miércoles, 27 de febrero de 2008

David

Esperaba en la acera a que el tiempo pasara (pues no es el caso que yo estuviera ahí por algún motivo en particular), cuando un hombre viejo interrumpió mi -----------.
Lo ví, por primera vez, vagamente: Lo primero que recuerdo fue el color negro: su saco, su corbata. Su camisa era clara, y así su rostro. Aunque en realidad no recuerdo si me percaté primero de lo otro: su cara infeliz, su escaso cabello, su escasa barba sin rasurar, y su mirada, que me pareció al igual extraña. Olvidé mencionar que su cabello era blanco, canoso. No de aquel blanco, tan abundante en la literatura, que con presteza se convierte en signo. No. Aquel hombre que se veía más pobre y demacrado que viejo no me causó gran impresión cuando su voz me interrumpió en la acera. Simplemente me pidió una moneda.

Confundido por el asalto, murmuré con sinceridad: "Solo traigo lo que necesito", y le mostré las monedas que traía en mi mano. Era justo lo que necesitaba, como dije, y era poco: casi nada.

El momento anterior a este había traido a mi mirada una moneda: un peso, que por extraños azares reflejó en ese instante (y hasta parecía que brillaba por si sola) la luz del sol en su superficie metálica... Esto tampoco me pareció signo de nada (quizás signo de mi conciencia distraida que siempre está imaginando). Era la moneda que el hombre mostraba cuando pedía dinero, seguramente, para inclinar de alguna manera la balanza de las probabilidades a su favor.

Me quedé callado después de eso, y sin embargo el hombre dijo algo tambien después. No entendí, para ser sincero, lo que dijo. El ruido de las calles, el tráfico de los automóviles, el murmullo de las personas que pasan, el ruido de la ciudad... Él había dicho que mucha gente andaba así, en la ciudad, con justo lo necesario (se lo hice repetir).

Asentí, sin mucho interes por hacer plática sobre el asunto, y distraido aun. Sin embargo el hombre siguió hablando. Mas no recuerdo cómo fue precísamente que la charla tomó forma y rumbo (aunque sé que fue aquel hombre quien habló la mayoría del tiempo), ni sé que es lo que pretendo al escribir sobre este encuentro, pero antes de dar por finalizada la charla, ya sabía yo que aquel hombre había intentado ser economista de profesión, truncó su carrera en un sexto semestre. Y ahora era pobre. Parecía serlo desde hace mucho ya.

Todas las palabras que oí me mostraron no sólo la necesidad que aquel hombre tenía por simplemente hablar con otra persona, sino tambien cierta preocupación por el futuro. "El futuro de la humanidad", pues esas mismas palabras usó. Por un instante no me pareció nada más que extraño el asunto, y por lo extraño, le oí.

Confesaré que no soy ávido lector de literatura sobre economía, y las discusiones al respecto, no me emocionan "por si solas", además que aquel hombre parecía saber más y estar más enterado del asunto del que hablaba, por lo que no hice mas que breves comentarios, y poco importantes sobre lo que el hombre habia dicho. Y sin embargo, lo que dijo sobre economía, fue lo menos interesante.

Tampoco recuerdo que palabras usó, ni el hilo preciso que siguió la conversación: Mencionó a "Carlos" Marx, mencionó a los judios, a la URSS... las palabras eran difíciles de comprender por el ruido (quizás por ello la dificultad que encuentro ahora para representarlas) sin embargo, fue tal vez un ligero cambio en su tono de voz lo que me hizo pedirle que repitiera algo que no oí, y que a la par, llamó mi atención.

No hay forma de escribir para ustedes, "lectores", ni de describir realmente qué fue lo que paso, ni cómo. Y probablemente a final de cuentas decidan para si que esto ha sido un mal cuento si elijo las palabras incorrectas. El hombre, que aunque me dió su nombre al final de la charla, olvidé, y cuyos ojos, en ese instante noté, eran de un azul muy claro, mencionó que se habia encontrado ya muchas veces con la estrella de david en su vida.
La encontró una vez, mientras fumaba, ¿en el humo?. Otra, cuando una taza de café estrelló contra el piso, derramándolo. Y así, tantas más. Me dijo que su nombre era Jacobo, ¡Ahora recuerdo!, y que de alguna forma el creía ser judío.

No sé claramente, como alguien puede no saber tal cosa, sin estar loco. Ni que significado atribuía Jacobo a sus revelaciones. Así las llamó él. Tambien dijo en otro momento que el futuro de la humanidad estaba en la "electrónica" y que las personas no saben cuanto se puede hacer con lo poco que se tiene. Habló de donar organos, "capital biológico",...
Le dije que yo he tenido revelaciones tambien. Quise decirle algo más, pero las palabras nunca llegaron.

Seguramente fue la conciencia del tiempo transcurrido lo que le hizo alejarse rápidamente, no sin antes despedirse. Me dió una excusa, y dió la vuelta. A los dos pasos, le interrumpi, preguntándole si había alguna forma de contactarlo después. Señaló hacia alguna dirección. "En el sanborns." y "Ahi estoy siempre".

Caminé, despues de eso, sin rumbo, pensando el asunto, que era algo confuso. Despues me di cuenta que sería lo mismo si seguía pensando el asunto, pero en un camión, rumbo a casa.

miércoles, 6 de febrero de 2008

El Conde en LSD (i-xi)

I.- Signos

Sencillamente cruzó por mi mente que debería estar escribiendo todo lo que he estado pensando: En este punto la pregunta fue, ¿QUÉ CARAJOS ESTOY PENSANDO?. Supuse que ya me lo habia preguntado demasiadas veces...

Ví mis manos, y de pronto caí en cuenta: Estoy sucio, me veo enfermo, mi pulso es débil y hasta tiemblo... las bolsas de mi abrigo no existen, y no solo eso: Estoy parado, o sentado en una silla, estoy en el camión o estoy en la universidad: quizàs hasta dormido: De pronto recuerdo que "existo".... ¡¿Donde estoy?! ¿y que diablos esta pasando?

Cualquier signo es signo, y los signos, signos son...

Olvidé completamente lo que habia pensado... Lo recorde vivamente despues, pero note que habia cambiado, despues lo olvidé de nuevo...

II.- Agua
De pronto, he sido Tales de Mileto. He visto la historia entera de las cosas, y entre las cosas, los hombres...He abierto mis grandes y amplias cejas, el cristalino brillo de mis ojos fue iluminado por luz intensa... y de pronto: un caballo, un ejercito, mares infinitos, todo paso a mi lado y lo contemplé con amplitud... mientras en mí crecía el silencio...Y el silencio me despertó. Había estado viendo el cielo. Las nubes y sus infinitas formas. ¡Es tan solo agua!He sido Tales de Mileto, he sido muchos más...

III.- Tercer Movimiento

Esto en realidad no pasó, sin embargo hablé con ella, le mostré mi poema....Me dijo que había unas faltas de ortografía---....quize matarla.

IV.- La era moderna termina con Tales de Mileto.
"La era moderna termina con Tales de Mileto" fue el titulo de una filosofía que nunca escribí---y que sin embargo, probablemente era muy cierta.Hasta me dio risa tan solo de pensar que iba a escribir la palabra "analiticamente"... sin embargo, también por un momento quise volver al mundo a ver a mis amigos, Pues dije que sólo si somos amigos habríamos de filosofar... y si no somos amigos, no estamos filosofando.

V.- Carta al Dr. Dussel
Dr. Dussel:Nos encontramos hace poco. Usted me ha dicho que hay que estudiar. Y he comprendido. Sin embargo creo que no hay que estudiar. Hay incluso, si se le da el sentido preciso, que no estudiar.Supongo que con eso, ya he dicho todo, pero como usted sigue leyendo, pues no puedo parar de escribir: Tomemos la caverna de Platón... Usted me esta diciendo que debo estudiar, yo le digo que hay que salir de la caverna. No me interesa su Ciencia, ni su Filosofía de la Liberación, seré honesto. Si me lo pregunta, no hay tal cosa como la Política, ni la Ética, no la moral, ni la obra de arte, El autentico filosofar se pierde entre las palabras. ¿Estamos filosofando ya?. Cualquier signo es signo, le comenté. Usted duda si en realidad seré un ave y mis plumas soportarán de verdad la fuerza de un viento. Yo le digo a usted, que cuando fui ave, volé. Cada instante en que vuelvo a mi, doy cuenta que había estado siendo otra cosa: Por lo tanto nunca he sido ni seré. No me creo lo suficiente digno siquiera de merecer nombre. La pregunta, en este momento es para mi, señor Dussel: ¿Cuándo dejaré de escribir?

VI.- Origen de la risa
Si se lee al revez, dice lo mismo.

VII.- Tiempo
Caray, he perdido la noción del tiempo de nuevoes, como despertar, cada 20 minutos.y despierto diciendo: ¿que hora era?.........y No me importa que hora sea.

VIII.- La poesía
Creo, sinceramente, que si en su poema no se debate metafísica, usted no ha escrito ningun poema. Quiero decir, que si en su poema no se debate la totalidad de lo existente en lo más esencial de suyo, no hemos llegado aun a poetizar.Ahora, si damos vuelta "atras"... su poema no es malo. En realidad que no lo es. Solo digo que no es un poema.Y para rematar, hehe, ni siquiera he opinado sobre tu poema.--- acabo de escribir un ensayo sobre poesia. ¿Lo notaste? ¿Tengo que explicarlo todo?(ya no soy sensible a los poemas de amor, eso te dire, ni a los poemas eroticos. al menos no ahora, en este momento, ni en ese sentido)... El problema, claramente, residía sobre el poema que se había leído... Pero para ser sinceros: eso era lo de menos.

IX.- Filosofando
estoy escribiendo un blog... y ademas estoy hablando contigo... Pero pareciera que estoy hablando contigo y despues escribiese un blog.basicamente, estoy filosofando y escribiendo al mismo tiempoo mejor dicho (sin ser grosero) no estoy hablando contigo."¿alguna vez lo has hecho?" me dices. siempre lo hago, si te lo preguntabas. siempre he querido que filosofes lo que estoy filosofando por asi decir, pero el asunto esta aqui: no me importa si no me escuchas.

en este punto te converti en mi blog en un personaje de un monologo... de un filosofo... que imagina el mundo. O como le decia a un amigo: El mundo solo es un pretexto para filosofar.Quedo excelente. Puedes leerlo ya.

X.- Cualquier signo es signo
Y por un momento, me parecio que no podia haber nada mas sensato que lo que fue pronunciado. Y no faltaban palabras, ni sobraban. Eran justamente estas palabras.

XI.- Exordium
Quien no entiende un poema... no entiende nada...Un poema, es cualquier poema. Cualquier signo es signo.
 
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